RENUNCIA DE RESPONSABILIDAD : Las opiniones aquí expresadas pertenecen al autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista del Departamento del Estado de los EEUU, el Programa Fulbright, la Comisión Fulbright de Colombia, el Instituto de Estudios Internacionales (IIE) o la Universidad de los Andes. Léase todo con comprensión. Atentamente, Gabriel-Josué Hurst

domingo, 12 de septiembre de 2010

EE.UU.: Conmemoración del 11-S


Estados Unidos conmemoró el noveno aniversario de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York y Washington D.C. en medio de dos encendidas polémicas. La primera tiene que ver con un pastor que amenazó con quemar ejemplares del Corán y la segunda se trata de una pelea por la ubicación de un centro islámico a pocas cuadras de la Zona Cero. El presidente Barack Obama hizo un llamado a la cordura mientras se ultimaban los preparativos de esta reciente conmemoración. Exhortó a sus compatriotas a que se mantuvieran unidos y puntualizó que la idea de incinerar textos religiosos era contraria a los valores estadounidenses.

El mensaje viene al final de una semana marcada por los planes para quemar ejemplares del Corán, anunciados por el pastor de una pequeña iglesia de Gainesville, Florida, y por la continuidad de la polémica en torno a la planeada construcción de un Centro Islámico en Manhattan, cerca de la Zona Cero. "Creo que es absolutamente importante que la gran mayoría de los estadounidenses se aferre a lo mejor de nosotros mismos: nuestra creencia en la tolerancia religiosa y claridad acerca de quiénes son nuestros enemigos", dijo el mandatario durante una conferencia de prensa celebrada en la Casa Blanca. "Nuestros enemigos son al-Qaeda y sus aliados, quienes están tratando de matarnos pero también han matado a más musulmanes que cualquiera", aseguró.

Más temprano, el pastor Terry Jones anunció que, por el momento, renunciaba a la idea de hacer una hoguera con ejemplares del Corán el sábado, pues ese día tenía previsto reunirse en Nueva York con los responsables del plan para construir el Centro Islámico. Jones ha supeditado la cancelación definitiva de sus polémicos planes -que generaron protestas en varias partes del mundo musulmán- a la suspensión del proyecto en Manhattan, pero los responsables del mismo dijeron que la construcción seguirá según lo planeado. Para muchos, la construcción del Centro Islámico tan cerca de donde miles de personas encontraron la muerte a manos de extremistas pertenecientes a al-Qaeda hace nueve años es una falta de respeto. A mediados del mes pasado, el presidente Obama ya había defendido el derecho de los musulmanes de Nueva York a seguir adelante con el proyecto, también en nombre del principio de tolerancia religiosa al que volvió a hacer referencia en esta ocasión.

"No nos volvamos los unos contra otros. Somos una nación indivisible ante Dios. Podemos llamarle por diferentes nombres pero seguimos siendo una nación", dijo el mandatario. Obama también insistió en que la quema de ejemplares del Corán podía poner en mayor peligro a las tropas estadounidenses en Afganistán y facilitar los esfuerzos de reclutamiento de al-Qaeda.

Mi opinión:

Es lamentable y descorazonador como se desvía el uso de los valores y creencias religiosas, por el afán de conseguir notoriedad pública y lograr quién sabe que otros objetivos. Yo soy católico, crecí en un hogar y en una parroquia donde se me inculcó profundo respeto por las ideas y creencias de mis semejantes, basados precisamente en las enseñanzas de tolerancia y de amor hacia el prójimo consignadas en la Biblia. No entiendo como un clérigo que dice predicar el Evangelio promueve acciones de odio e intransigencia cultural como éste lo hace. Pareciera que no es consciente del peligro al que está exponiendo nuestras tropas que están arriesgando sus vidas para salvaguardar los derechos y las libertades que disfrutamos en la actualidad.

Sin embargo, hay que ver este asunto desde su justa perspectiva. Por un lado, el pastor Terry Jones quiere quemar los textos del Corán para conmemorar los atentados del 11-S. Por otra parte, en los EE.UU se está debatiendo sobre el controvertible construcción de un centro islámico a 2 cuadras de la Zona Cero, donde transcurrieron los ataques terroristas. A mí me parece que lo más conveniente para todos es que el pastor Jones desistiera de esa execrable idea y que el Presidente Obama anulara este polémico proyecto y lo pusiera en marcha en otro sitio para así no lastimar sensibilidades y revivir los dolores de los afectados, cuyas heridas apenas se han restañado. Aunque reconozco los derechos de los gestores de esta iniciativa controvertida por construir el centro donde prefieran, cabe señalar que muy pocos norteamericanos son capaces de discernir los musulmanes honrados e íntegros de aquellos "fundamentalistas" y alzados en armas que representan una minoría en el mundo islámico, quienes perpetraron los actos terroristas del 11-S. La Biblia dice en 1 Corintios 10:23 que "todo me es lícito, pero no todo es de provecho." Si bien están a total libertad para construir el centro donde deseen, más les vale que tengan presente la reacción que tal acto generaría, especialmente si tomamos en cuenta lo recientes que son esos atentados y las encontradas emociones que se afloran al abordar el tema. A mi juicio, se debe llegar a una resolución que satisfaga a los dos bandos en disputa.

Si el pastor Jones desiste en la hoguera de Coranes, los arquitectos del controvertido plan deben ir buscando sitios alternativos para emplazar el centro islámico. Perdónenme si lo que acabo de afirmar peque de intolerante, pero que convengamos, pues. Es bien sabido de todos que la construcción de templos cristianos y la repartición de Biblias en muchos países islámicos se prohíben de forma tajante y categórica, y en extremos casos so pena de muerte. Pedirles a ellos que consideren otros lugares para edificar el centro me parece justo no sólo en aras de la reciprocidad y el mutuo entendimiento sino también en beneficio de los individuos afectados por los atentados.

No obstante, me quedan dos preguntas en el tapete y espero que no sean ofensivas.¿Por qué la comunidad islamica o musulmana que vive y se desarrolla en los EE.UU y otros países occidentales permite que se profanen los simbolos patrios de esos paises sin protestar siquiera? ¿Acaso no hay otro lugar más adecuado para hacerlo que polarice menos, o la idea es exactamente provocar y dar a entender a todo el mundo que pueden hacer lo que les venga en gana sin reparar en la angustia que tal decisión reviviría en los familiares y seres queridos de las víctimas del 11-S?

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