Dos siglos antes que Estados Unidos, Colombia tuvo un presidente negro, pero hasta hoy no lo ha reconocido y más bien trata de borrarlo de su historia en una clara demostración de discriminación racial y cultural.
Historiadores, académicos y diversos sectores continúan sin reconocer a Juan José Nieto como el primer y único presidente colombiano descendiente de africanos.
El director del programa de historia de la Universidad de Cartagena, José Polo, asegura que el racismo y la discriminación cultural son los principales factores para que se mantenga a Nieto en el limbo, a pesar de sus aportaciones a la literatura, la identidad cultural y la geografía de la región Caribe de Colombia.
Nieto nació el 24 de junio de 1804 en la Loma de la Puerta, en cercanías a Baranoa y gobernó entre el 25 de enero y el 18 de julio de 1861 debido a un vacío de poder entre los mandatos del conservador Mariano Ospina Rodríguez y el general liberal Tomás Cipriano de Mosquera.
Nieto, entonces gobernador del departamento de Bolívar, se unió a Mosquera y otros líderes para derrocar a Ospina Rodríguez, lo que a la postre le permitió proclamarse presidente de los Estados Unidos de la Nueva Granada, como se llamaba entonces Colombia.
Controló los recursos y aduanas hasta que el 18 de julio de 1861 Mosquera llegó a Bogotá y se convirtió en presidente.
El fallecido historiador Orlando Fals Borda en su libro El presidente Nieto lo describe como un mulato (mezcla de blanco y negro) "fornido, de piel cetrina clara (o trigueña oscura), ojos zarcos verdosos, nariz recta y amplia, labios finos, cejas arqueadas y cabello negro medio rizado".
La invisibilidad deliberada se hace evidente, según Fals Borda, con el hecho de que un retrato de Nieto que hoy cuelga en una de las paredes del último piso del museo "Palacio de la Inquisición" en Cartagena -bajo el título de "General Costeño"- fuera enviado a Francia para ser "arreglado" y que luciera como el rostro blanco.
Así como él es discriminado en la Historia, su tumba permanece totalmente abandonada en un mausoleo rodeado de maleza en el viejo cementerio de Manga, en Cartagena.
"La Asamblea Legislativa del Estado Soberano de Bolívar al Incontrastable Republicano Juan José Nieto", dice el epitafio de la tumba de Nieto, que murió en Cartagena el 16 de julio de 1866.
En los once años que Rigoberto Picúa lleva como encargado del cementerio ningún familiar ni autoridad ha visitado la tumba.
"El mausoleo donde él reposa está completamente abandonado, hasta robaron un retrato que había", indicó.
El director del Archivo Histórico de Cartagena, Moisés Álvarez, tampoco descarta la discriminación racial y cultural como una de las causas del olvido a Nieto.
No hay registro
No obstante, recuerda el experto, jefes de Estado colombiano recientes como Víctor Mosquera Cháux o Carlos Lemos Simonds, que estuvieron en la Presidencia menos de dos meses, si figuran en la lista de mandatarios oficiales de Colombia.
Asimismo, asegura que desde hace unos 20 años, cuando Fals Borda corroboró su existencia, "era ya justo corregir ese error, que si al principio no fue deliberado, después de la investigación si ha sido deliberado".
Además de político, también fue escritor de las novelas "Rosina", "Ingermina o la hija de calamar", e hizo la primera geografía histórica de Cartagena, publicada en 1839. Sus obras revelan el arraigo de Nieto por su origen afroamericano y su región.
"Él ya tenía claro el tema de la identidad cultural de la región", añadió Álvarez.
Casi dos siglos después, el mundo asiste a la posesión de Obama como presidente de Estados Unidos, lo que según Álvarez marca un "paso trascendental para la historia política y la presencia afro en nuestro continente".
"Para Colombia, donde todavía se vive esa exclusión, aún quedan señales de ese lastre esclavista de los siglos de la colonia", puntualizó.
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